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A manera de introducción, la aparición de la fiebre aftosa y la lucha por su eliminación en nuestro país tiene de más un siglo.

Desde la primera ley nacional Nº 3959 de Policía Sanitaria de los animales hasta fines de la década del ´80, fueron numerosos y reiterados los intentos, y si bien se lograron importantes avances, no pudo erradicarse el mal.

Es recién en el año 1986 con el lanzamiento de un plan piloto en el departamento Federación de nuestra provincia (Res. 533/86 SAGyP), que se logra un camino con resultados positivos; y es la experiencia entrerriana la que encabeza una metodología de eficiencia y eficacia en la tarea sanitaria desarrollada. Donde los viejos y tradicionales sistemas coercitivos y de controles no dieran los resultados esperados, la nueva estrategia con metodologías participativas y de concientización hacia el productor y la comunidad rural, con nuevos enfoques tecnológicos como son el reconocimiento de ecosistemas con comportamiento endémico de la enfermedad como mantenedores de la actividad viral en los rodeos del país y el uso de vacunas con mayor poder inmunológico, con intervención directa en la que el propio interesado organiza, financia y administra la lucha contra el flagelo, comenzaron a mostrar resultados alentadores.

La Comisión de Erradicación de la Fiebre Aftosa (CO.E.F.A.) de Entre Ríos, creada en el año 1989, nucleó las Asociaciones Representativas del productor pecuario, la Coordinación de los Planes Especiales de aftosa del Servicio Nacional de Salud Animal, el Centro Regional de Entre Ríos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y el Colegio de Médicos Veterinarios de Entre Ríos, siendo presidida por la Secretaría de Asuntos Agrarios de la Provincia.

Esta Comisión dio bases orgánicas y mecanismos operativos para afianzar la tarea de lucha contra la enfermedad.

En dicho ámbito los productores de nuestra provincia y sus organizaciones comenzaron la nueva experiencia que los preparó y capacitó rápidamente para hacerse cargo de la aplicación del plan nacional de lucha contra esta grave epizootia.

El estado provincial integró así, desde el principio, el nuevo modelo de gestión sanitaria para la lucha contra la enfermedad a través de la citada comisión y luego en programas específicos del plan provincial de lucha contra la aftosa, habiendo declarado desde el año 1.991 (Decreto Nº 1.273/91 MEH) de interés provincial y de bien público ligadas a la salud pública y al desarrollo provincial las campañas de lucha contra la fiebre aftosa.

Asimismo dispuso la exención de tales actividades respecto de los impuestos provinciales por 6 años (Decreto Nº 1.974/91 MEH). Finalmente habiendo avalado en diversas oportunidades la actividad financiera de los planes de lucha y aportado recursos humanos, materiales y financieros para el logro del cometido de la Institución.

También el estado nacional a través de la Ley Nacional 24.305 en 1995 se sumó en términos similares a la lucha contra la fiebre aftosa.

Esta Ley declaró de interés nacional la erradicación de dicha enfermedad en todo el territorio argentino y eximió de impuestos internos, a la importación, al valor agregado, de sellos o cualquier otro gravamen de carácter nacional a:

a) Las operaciones de importación a que se refiere el artículo anterior (bienes y servicios necesarios para fabricar la vacuna antiaftosa o la importación de la misma),
b) La elaboración y ventas de vacunas antiaftosa, así como los trabajos de vacunación a implementarse en cumplimiento del Programa Nacional de Lucha contra La Fiebre Aftosa. Asimismo dicha Ley convalidó las Fundaciones y entes locales de lucha sanitaria existentes estableciendo que ejecutaran las tareas establecidas para la misma en el plan nacional y sobre ellas estará asentado a nivel local el Plan de Erradicación de la Fiebre Aftosa.